Amo los Perfumes
Yo puedo hablar por mí, y contarles como nació esto que sin embargo, es bastante controlado, digamos, en el sentido de que no dejo de comer o pagar las cuentas para comprarme un perfume, eso lo tengo bien claro.
Pasé
por muchas necesidades durante bastante tiempo en mi vida de adulta, como para
darme el lujo de endeudarme por algún capricho y veo muy mal que se haga eso,
porque no me parece que nada amerite vivir mal para cumplir nuestros deseos.
Entonces, mi
cerebro creo, se acostumbró a desear lo que puedo comprar, y soy feliz así,
porque todo lo que yo con mis ingresos puedo adquirir, sé que está ahí y puedo
comprarlo, aunque haya inflación, o lo que fuera, y eso es fantástico. Creo que
sin darme cuenta creé mi refugio de escape para tiempos difíciles, y lo hago de
una manera que me distrae, me divierte, y es buscar siempre el mejor precio y
obtenerlo, no regateando, aunque a veces pueda pedir alguna mejora por pago en
efectivo o fuera de comisiones que al vendedor le cobre la plataforma donde
compre, sino simplemente esperando que haya alguna oferta especial de ese
perfume que quiero o buscando comprar el tester que siempre es mucho más
accesible que el perfume en su packaging original, de todos modos, lo que me
interesa es el perfume en sí, poder sentirlo en mi piel, olerlo y llevarlo como
mi accesorio preferido.
Esta mágica forma
de programarme sin haberlo pensado, porque sinceramente fue así, sin querer,
sin darme cuenta, solo por la gran capacidad de adaptación que se puede
adquirir al pasar necesidades por mucho tiempo y sin haber podido darme
demasiados gustos durante ese tiempo, solo sobreviviendo día tras día sin
demasiadas posibilidades de cambio, me ha generado mucha felicidad, porque
logré encontrar verdaderas joyitas perfumísticas de diferentes marcas,
importadas y nacionales que me dan la satisfacción de poder perfumarme cuando
quiera, y cambiar de perfumes como quiera, siempre sintiéndome arropada por
ellos.
No es que tenga
demasiados perfumes, pues muchos me cansaron y no quise tenerlos más en mi
colección de modo que los vendí, o bien los tuve que vender si no me agradaban
demasiado como para conservarlos, aun cuando de pronto me fascinaba el
packaging, pero tal vez necesitaba el dinero que me podía dar su venta para
adquirir algún otro que me gustara más o para poder pagar cuentas, cuando
estaba abocada a venderlos, etc.
Atravesé por
varias etapas en este amor, tal como sucede en las relaciones amorosas, pero
siempre saliendo airosa porque es un amor eterno, esos que nacen en la más
tierna juventud y jamás mueren, eso me ocurre con ellos, con mis amados
perfumes.
Pero eso lo iré
contando de a poco, para no atosigarlos. Solo quiero compartir a través de este
blog, con tanta gente que ama las fragancias como yo y que se puede llegar a
sentir identificada con mis vivencias. Y espero que así sea.
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